EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO EN PERSONAS MAYORES
Tanto en la evaluación como en el tratamiento de los trastornos del sueño es imprescindible analizar cuatro factores que son el organismo, el ambiente, el periodo del día en el que se duerme y, por último, las conductas que se realizan y que pueden condicionar el sueño.
EVALUACIÓN
A la hora de evaluar de los trastornos del sueño se debe realizar un análisis global de todos los factores que pueden explicar su aparición y mantenimiento. Aunque hay que señalar, que en muchos casos los factores mantenedores del problema del sueño no tienen nada que ver con los generadores. Es decir, la evaluación debe empezar por la realización del análisis funcional de la conducta problema en que se van a identificar todas las variables que causan el trastorno. Según el modelo interactivo del sueño de Buela-Casal se debe evaluar cómo duerme la persona, cuándo duerme, dónde duerme y qué hace para dormir.
- Cuando se evalúa cómo duerme la persona se tiene en cuenta el tiempo que tarda en dormir, la edad de la persona y sus patrones de sueño, el nivel de actividad durante la vigilia, el tiempo total que duerme, etc.
- Cuando la evaluación es cuándo duerme se refiere a la localización del sueño en el periodo de 24 horas. Cuando se acuesta y se levanta el individuo
- Al evaluar dónde duerme, nos referimos al ambiente físico donde duerme y los factores que pueden facilitar o perjudicar un sueño adecuado: temperatura ambiental, ruido, luz humedad, altitud, cama, etc.
- Y a la hora de conocer qué hace para dormir debe evaluar el consumo de psicofármacos, alcohol, cafeína, permanencia en la cama despierto, actividades que realiza antes de acostarse, etc.
Las principales técnicas de evaluación son: la entrevista, los registros o diarios del sueño, las técnicas de auto-informes y las técnicas psicofisiológicas.
TRATAMIENTO
Las principales técnicas de tratamiento psicológico del sueño son: Relajación, Técnicas de Biofeeback, Intención Paradójica, Cronoterapia, Control de Estímulos y Reducción del Tiempo en Cama
1) Relajación
Es de las técnicas más utilizadas y más efectiva en el tratamiento de los trastornos del sueño. La relajación que se realiza es la progresiva de Jabcoson.
2.Técnicas de Biofeedback
Estas técnicas consisten en dar información a la persona que sufre trastornos del sueño de una determina respuesta fisiológica, de forma que aprenda a modificarla cuando esa respuesta aparece. El más frecuente utilizado en el tratamiento de los trastornos del sueño es el biofeeback electromiográfico,( EMG) que da información al paciente sobre el nivel de relajación de sus músculos. De esta forma, la persona puede aprender a relajar el grupo de músculos del que recibe información, de forma que sabe si las estrategias que esta poniendo en práctica son eficaces o no.
Como se puede ver, las técnicas de Biofeedback pretenden conseguir el mismo objetivo que la relajación: que la persona se relaje a través de un dispositivo electrónico que permite que el paciente obtenga información directa sobre el grado de relajación que está alcanzado.
3. Intención Paradójica
Este tipo de técnica se utiliza cuando los pacientes tienen pensamientos incompatibles con el sueño. Hay personas que después de una o varias noches sin poder dormir o durmiendo mal comienza a desarrollar una ansiedad anticipatoria ante la incapacidad de dormir. De tal forma, que esta ansiedad por no conseguir dormir se convierte en la fuente principal del trastorno. La intención paradójica pretende eliminar esta ansiedad planteando que el sujeto realiza aquello que tanto teme: que intente permanecer toda la noche despierto. De esta forma la preocupación y la “ansiedad por no quedarse dormido comienzan a disminuir.
4. Cronoterapia
Esta técnica se utiliza para los trastornos del sueño que se producen por una alteración en el ritmo circadiano como por ejemplo el síndrome de retaso del sueño y el síndrome de adelanto del sueño. El objetivo es volver a sincronizar el ritmo normal de la vigilia- sueño con respecto al horario estándar. Es decir, con la cronoterapia se pretende “retrasar el reloj biológico”. Se pretende retasarlo porque se ha demostrado que para la mayoría de las personas es más fácil retrasar el reloj biológico que adelantarlo.
El objetivo principal es que el sujeto duerma antes de la hora en que lo hace habitualmente, por ello se realiza un retraso progresivo, en el que cada día se acostará más tarde hasta conseguir dar la vuelta al reloj y lograr un sincronización.
El programa tiene varias fases que pueden durar entre uno y tres días. En cada una de ellas, se irá retrasando tres horas de la hora de referencia en la que el sujeto se acuesta, hasta alcanzar la hora a la que el paciente le gustaría dormirse.
5. Control de Estímulos
El tratamiento tiene como objetivo restablecer la habituación como un estímulo que induzca al sueño, eliminando todas las conductas incompatibles con el dormir y que hagan recordar otras actividades. Con ello, se pretende asociar la conducta con señales relacionadas con el sueño. Por ejemplo, la cama, el dormitorio y la hora de dormir, en vez de que se asocien a conductas que dificultan el sueño: cama con jugar, comer. etc.
- Reglas para implantar la técnica de Control de Estímulo
1) Establecer un conjunto de hábitos que indiquen la proximidad de la hora de dormir como cerrar puerta, apagar las luces, lavarse los dientes, etc. Hay que hacer estas actividades cada noche y en el mismo orden
2) Utilizar la cama nada más que para dormir. No comer, ni leer, ni ver la T. V., etc. excepto cuando alguna de estas actividades favorezcan el sueño.
3) Acostarse solo cuando se tenga sueño
4) Si no consigue dormirse en 15 minutos, debe levantarse y realizar alguna actividad tranquila fuera del dormitorio hasta que le entre sueño
5) Si aun así con consigue dormir debe repetir la regla anterior
6) No dormir la siesta y levantarse a la misma hora cada día, independientemente del tiempo que haya dormido.
6. Reducción del Tiempo en Cama
Es una de las técnicas más eficaces en el tratamiento de los diversos tipos de insomnio. Consiste en ir reduciendo paulatinamente la permanencia en la cama, para de esta forma incrementar la eficacia del sueño. Se pretende ajustar la permanencia en la cama con la necesidad de sueño. Para ello, se calcula la eficacia del sueño diario (Tiempo de sueño estimado/ tiempo pasado en la cama x 100). Este valor sirve de base para los cambios en el ciclo del sueño.
Cuando la eficacia media de sueño a lo largo de 5 días es mayor a un 90% entonces se aumenta 15 minutos el tiempo que la persona pasa en la cama. Si es menor a un 85% se la disminución en el tiempo en cama se mantiene hasta por lo menos 10 días después de haber empezado el tratamiento o 10 días después de cualquier cambio en el ciclo de sueño.
Si la eficacia media está comprendida entre 85 y el 90% entonces el tiempo de permanencia en la cama no se altera, puesto que es adecuado. Aunque en estos casos se recomienda no dormir la siesta ni acostarse en cualquier momento que no sea la noche.