Durante los días 9 y 10 de mayo tuvimos la oportunidad de asistir a las jornadas de psiquiatría infanto-juvenil organizadas por el Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
En ellas se trataron muchos temas y todos de gran interés, pero como suele suceder en estos casos, hablaron de mucho pero profundizando poco.
Sin duda alguna, una de las mejores exposiciones fue la del Dr Fernández Jaen, quien nos habló de la dificultad para establecer los límites entre los trastornos del neurodesarrollo y la normalidad así como para diferenciar un trastorno de otro.
Puso de relieve la importancia de realizar un buen diagnóstico diferencial y desde su punto de vista, la necesidad en muchos casos de realizar pruebas genéticas más exhaustivas con el fin de determinar el origen del problema y de ese modo poder hacer prevención en familias con una predisposición genética y también para predecir posibles dificultades asociadas a ciertas dificultades del desarrollo.
Las pruebas a las qué el hacía mención (Arrays), tienen un elevado coste económico pero no son necesarias en todos los casos de trastorno, sin embargo, él cuestionaba la realización generalizada de cariotipos cuando, aunque son baratas, tienen escasísimos resultados.
Cuando hablamos de prevención hablamos de ahorro de dinero a futuro, por lo que deberíamos plantearnos cuándo es gasto y cuándo es ahorro.
El último día se planteó un debate muy interesante entre el Dr Arsuaga Ferreras, Catedrático de paleontología de la UCM , que nos habló de El origen de la creatividad humana, y el Dr James Mc Cracken, profesor de psiquiatría de la Universidad de Los Ángeles que nos habló de intervención con menores con trastornos mentales. El primero invitaba a la reflexión sobre la importancia del contexto en los Transtornos mentales a lo largo de la historia del ser humano, como en algunos ambientes ciertos trastornos han podido ser adaptativos, e incluso imprescindibles, el segundo cuestionaba esta adaptabilidad.
El Dr Mc Cracken presentó varios estudios que confirmaban el buen resultado que la terapia Cognitivo-Conductual combinada con fármacos está teniendo en trastornos infantiles como la depresión, ansiedad, y sobre todo Trastornos por déficit de atención con Hiperactividad (TDAH).
Se mostró optimista por todo lo avanzado en los últimos 20 años en el tratamiento de patologías infantiles, pero demostró que aunque los resultados son positivos, aún existe un largo trabajo por hacer.