Introducción
La compresión lectora es una de las competencias básicas que todos los alumnos deben tener bien desarrollada al llegar a secundaria y así poder acceder de forma directa a todas las materias del currículo actual del sistema educativo. Una mejora en las distintas capacidades que conforman la comprensión lectora, se verá reflejada no sólo en el mejor conocimiento del área de lengua, afectará a su vez a la mejora en el acceso a las demás asignaturas que tengan texto escrito que hay que comprender para poder estudiar . La lectura no se trata de un mero proceso mecánico, traducir un código impreso, sino que implica además darle un significado para poder alcanzar la comprensión del mensaje. Conviene desarrollar su comprensión lectora en función de sus necesidades específicas, más aún en secundaria.. Son muchas las influencias positivas que puede potenciar una adecuada comprensión lectora y cuántas más oportunidades tenga para poder comparar y comprender su entorno, mejor uso podrá hacer de ellas. En el presente documento se pretende tratar la comprensión lectora como finalidad en sí misma y reflexionar sobre las capacidades que puede desarrollar de forma directa, centrándonos en la capacidad crítica, social y mental, contribuyendo de forma activa a la reflexión y servir de material de apoyo en secundaria.
Antecedentes
Antes de comenzar la lectura del un determinado texto, es recomendable parar y reflexionar: – ¿existen conocimientos previos sobre el tema en cuestión? – ¿tenemos alguna vivencia relacionada con lo que vamos a leer? – ¿que sabes del tema que vamos a tratar? – ¿somos capaces de predecir lo que es probable que suceda sin leer aún el texto? De ésta manera ponemos en funcionamiento incluso antes de comenzar con la lectura otras capacidades, habilidades y áreas del pensamiento que ayudarán a la mejora de la comunicación efectiva. Comunicarnos efectivamente es comprender las palabras que utilizamos para que el concepto descrito evoque familiaridad con lo ya conocido. El significado común que damos a las cosas, al hablar o al referirnos por escrito al mundo que nos rodea, se basa en vivencias compartidas. La formación de conceptos estará así internamente ligada a la experiencia previa y ayudada de una descripción clara y concisa. Ser capaz de interpretar, identificar y comprender lo que nos quiere decir el texto es una de las características de la comunicación efectiva y por tanto una competente capacidad lectora.
Desarrollar capacidades
Al leer un texto debemos poder integrar nuevos conocimientos que nos sirvan no sólo para realizar un ejercicio o aplicación específica en un área parcelada, dentro de una sola materia que se describe en una página de un libro de lectura. La idea es ir más allá, ser capaces de interactuar con los conocimientos nuevos y los previos, fomentar la metacognición dónde cada cual pueda detectar cómo se construye su propio pensamiento. Los conocimientos que se relacionan con otros se fijan, son útiles y perduran como aprendizaje. De ésta misma forma, si tienen utilidad serán efectivos en otros contextos y podrán formar parte de otros procesos a su vez con más variables, aumentando las posibilidades. – Capacidad crítica: La capacidad crítica implica emitir juicios fundados y personales acerca del texto, valorando la relevancia o no del mismo. Desarrollando ésta capacidad podrán leer entre líneas o identificar distintos puntos de vista sobre un mismo hecho objetivo. El pensamiento crítico se puede formar al leer de forma comprensiva, utilizando un razonamiento lógico que permitirá descifrar claves y reconocerlas en los distintos contextos que se nos presentan en el día a día. Ayudará a no quedarse con una única información parcial, sino ser capaz de evaluar y formarse un juicio crítico. – Capacidad Social: Durante la lectura de un texto interesante para el adolescente, se desarrolla la dimensión social del lenguaje en cuanto a su finalidad, aumentar su vocabulario y riqueza expresiva. Por lo que le da más soltura para poder desenvolverse en los diferentes entornos comunicativos. Cuando se es capaz de realizar inferencias al texto, el nivel de comprensión permite hacer conjeturas o hipótesis, ver si son adecuadas a lo expuesto o no e incluso expresar nuevas ideas así conformadas. Con una comprensión literal, tan sólo quedarían en reconocer y recordar los hechos tal y como son, como aparecen descritos y expresados en el texto. – Capacidad mental: La comprensión lectora supone realizar un recorrido mental que va desde el lenguaje al pensamiento. Asumir puntos de vista diferentes en cuanto a procesamiento léxico, sintáctico y semántico supone ofrecer al alumno la oportunidad de practicar aún más su habilidad para comprender. Se pretende enseñar que las interpretaciones de los objetivos y creencias pueden ser subjetivas e incluso incorporar otras capacidades mentales como la imaginación, intuición y creatividad. Al no tratarse de un proceso aislado, sino interrelacionado con conceptos multidisciplinares, se ve aumentada la capacidad mental que siempre puede estar en desarrollo.
Items a tener en cuenta
Al pretender que éste texto tenga función divulgativa, sin poder evitarlo se tiende a generalizar. No todos los procesos lectores en adolescentes están del todo reforzados y llegados a éste punto creo conveniente recordar una serie de ítems concretos para poder detectar una dificultad en lectura, pese que en esta etapa ya se presuponen muchos requisitos como superados, mi experiencia profesional corrobora que no es así en todos los casos. Tanto desde el aula como desde casa al ayudar con los deberes, se pueden detectar algunos de los puntos que a continuación se detallan: – presenta aversión a la lectura – comete un número elevado de errores de puntuación (. , : ; … ) – se pierde, presenta dificultades para seguir las lecturas, en mayor medida si son colectivas. – se salta reglones al leer – se inventa palabras – presenta dificultades al identificar géneros literarios (poesía, narración, teatro …) – no le gusta leer en público – presenta dificultades para identificar y aplicar conceptos relacionados con la rima y la métrica – mueve la cabeza al leer – hace lectura sublabial (mueve los labios al leer, sin emitir sonido) – comete errores al leer signos de admiración, exclamación o interrogación – necesita señalar con el dedo para guiarse en la lectura – realiza repeticiones de una misma palabra – comete errores en el procesamiento sintáctico y es muy lento leyendo – se autocorrige y se cansa con facilidad al leer Si se presentan mas de 4 items de los antes descritos, se aconseja: observar con detenimiento si se suceden y/o mantienen en el tiempo los errores o son debidos a alguna circunstancia puntual, informarse sobre las dificultades de lectura, buscar otros textos alternativos con mayor interés y acudir a un especialista en la materia, si es necesario.
Intervención: ejercicios.
Existe una amplia selección de técnicas y métodos para ejercitar y reforzar la comprensión lectora. A continuación, se señalan las premisas más importantes a tener en cuenta, antes de enfrentarnos a la tarea:
- los textos pueden y deben manipularse en función de las necesidades e intereses del alumno.
- conviene introducir textos auténticos pues son los que van a encontrarse en la vida real.
- Ser flexibles con el tipo de lectura y adaptarla para el fin que se quiera en cada momento, sin penalizar otro tipo de errores que se puedan cometer ajenos al aprendizaje que queremos mejorar; lectura silenciosa, lectura simultánea, lectura exploratoria, lectura lineal, lectura por objetivos, lectura mental profunda, lectura de asimilación, lectura creativa, lectura expresiva, lectura diversiva …
- No confundir la velocidad lectora (número de palabras leídas por minuto) con la eficacia lectora, se puede ser muy rápido y no entender nada de lo leído.
- Diferenciar exactitud lectora de una buena entonación y prosodia.
- Al diseñar el programa de comprensión lectora tener en cuenta que deben aparecer al menos tres fases con variadas actividades, PRE-lectura, lectura y POST-lectura. Muy importante la última fase dónde se consolida lo leído, aprendiendo y ampliando conocimientos.
- Atender y diferenciar la forma del contenido. Actividades en cuanto a la forma son aquellas “tipo” palabras, significado, sinónimos, antónimos, unir palabras, separar palabras, ordenar frases, determinar la estructura del texto, realizar un esquema y las actividades que hacen referencia al contenido, pueden ser por ejemplo: poner otro título, determinar la idea principal de cada párrafo para poder llegar a realizar un resumen, responder preguntas de la lectura (directas o inferencias), realizar preguntas a una respuesta ya dada…
- Motivación: provocar un auténtico gusto por la lectura es difícil, tanto si se tienen dificultades de lectura como si no, pero no por ello hay que dejar de intentarlo, puede llegar a ser una afición agradable o una buena actividad elegida para el ocio.
Ver también Curso Intensivo de verano 2014