¿QUÉ ES EL TDAH EN NIÑOS?
El TDAH en niños o Trastorno por Déficit de atención e Hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo. Las dificultades principales de los niños con TDAH están relacionadas con tres capacidades principalmente: la capacidad de prestar atención, la capacidad de gestionar la impulsividad y, por último, la capacidad de controlarse motóricamente (hiperactividad).
¿ES MUY FRECUENTE EL TDAH EN NIÑOS?
Según los últimos estudios la prevalencia del TDAH en niños se encuentra entre el 6 y 10%. Por tanto, un alto número de niños y adolescentes en España tienen este diagnóstico, siendo el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en estas etapas.
Hay que tener en cuenta que no se conocen las causas específicas para tener TDAH, pero las distintas investigaciones señalan que en un alto número de casos el origen se debe a una base genética (por lo que en el 70-80% de los casos es probable que uno de los padres tenga o haya tenido dificultades similares).
¿QUÉ TENGO QUE OBSERVAR COMO PADRE PARA SABER SI MI HIJO PUEDE TENER TDAH?
Aunque cada niño presenta unas manifestaciones diferentes, cuando hablamos de TDAH en niños suelen existir patrones o conductas que tienden a repetirse en la mayoría de los casos. Cabe señalar que dentro del diagnóstico de TDAH se engloban tres perfiles muy distintos, por un lado, los niños con dificultades predominantemente atencionales, por otro lado, los niños con dificultades de hiperactividad e impulsividad y por últimos los niños que presentan una sintomatología combinada. A continuación, señalaré dificultades que se suelen observar en cada perfil.
Si tu hijo presenta problemas de inatención, podrías observar:
- Con frecuencia falla en prestar atención a los detalles o por descuido comete errores en las tareas escolares o durante otras actividades (por ejemplo, puede tener errores “tontos” en exámenes).
- Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la atención en clase, conversaciones o lectura prolongada).
- Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
- Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares o las obligaciones de casa (por ejemplo, inicia tareas, pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
- Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (le cuesta planificarse en los estudios y ello conlleva el retraso en las entregas de trabajos o que no le dé tiempo a preparar los exámenes)
- Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido
- Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
- Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (por ejemplo, en cuanto escucha un ruido tiende a distraerse)
Si tu hijo presenta problemas de hiperactividad/ impulsividad podrías observar:
- Con frecuencia mueve manos y piernas de manera repetida y no para quieto en el asiento.
- Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en clase o en casa mientras estudia)
- Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
- Con frecuencia se muestra como si “lo impulsara un motor” (por ejemplo, es incapaz de restaurantes, en el coche, etc.)
- Con frecuencia habla excesivamente.
- Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (por ejemplo, termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
- Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola o en clase no espera a que le pregunten a él directamente).
- Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en
- sin esperar o recibir permiso).
¿QUÉ PUEDO HACER SI PIENSO QUE MI HIJO TIENE TDAH?
Si al leer los patrones comentados previamente entiendes que tu hijo presenta de manera recurrente muchas de las dificultades mencionadas, es importante que se realice una adecuada evaluación psicológica. Dicha evaluación consiste en pasar una serie de test neurocognitivos que permiten medir a nivel cerebral si hay dificultades clínicamente significativas a nivel atencional o de impulsividad/hiperactividad. Una vez se concluya el diagnóstico se aportarán las pautas precisas tanto para el centro educativo como para el domicilio familiar. Cuando hay un adecuado diagnóstico y se comienza el tratamiento pertinente la evolución tiende a ser muy favorable.